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Pequenos MF

En la clínica Meizoso Fernández disponemos de profesionales especialistas en la prevención de problemas de los más pequeños, así como en su tratamiento. Además nuestras instalaciones presentan zonas adaptadas para los pequeños y libres de barreras arquitectónicas, y por supuesto contamos con la tecnología y materiales más punteros en odontología, como la radiología digital de baja frecuencia, emitiendo niveles de radiación mínimos.

 

  • PREVENCIÓN

“La prevención es el mejor de los tratamientos” – Dr Iván Varela Aneiros

1-Cepillado

Desde el nacimiento debemos masajear la zona oral y perioral para que, una vez tengamos que introducir el cepillado (a partir de la aparición del primer diente) ya esté acostumbrado a la manipulación de la zona.

El cepillado deberá ser asistido hasta los 8-9 años de edad y supervisado hasta el final de la adolescencia.

Es imprescindible cepillarse al menos dos veces al día (mañana y noche).

Utilizar pastas y productos fluorados en cantidad y concentración acorde a la edad del niño:

-0-3 años: pasta dentífrica de 1000 ppm de flúor, cantidad en el cepillo como un “grano de arroz”.

-3-6 años: pasta dentífrica entre 1000 y 1450 ppm de flúor (dependiendo del riesgo de caries), cantidad en el cepillo como un “guisante”.

->5-6 años: pasta dentífrica de al menos 1450 ppm de flúor, cantidad en el cepillo como un “guisante”.

2-Alimentación

Evitar, especialmente entre horas, los alimentos dulces y/o ácidos (salsas envasadas, refrescos, yogures líquidos, zumos envasados, etc.). Fomentar una alimentación dura, seca y fibrosa, que ayuda a la autolimpieza y al buen desarrollo de las estructuras faciales (músculos, huesos y dientes) minimizando el consumo de alimentos blandos (bollería, pan de molde, etc.). Intentar no introducir “chucherías o dulces procesados” antes de los 2 años de edad (lo que no se ha probado no se echa de menos).

3-Hilo dental/Flosser

Utilizarlo una vez al día entre los dientes, antes del cepillado de la noche.

4-Primera visita

Debe realizarse antes del primer año de vida y posteriormente hacer revisiones periódicas acorde al riesgo de caries (de forma generalizada cada 6 meses).

 

  • EMBARAZO

La prevención en el embarazo es la primera piedra para una boca sana en el futuro hijo/a. Idealmente la revisión en aquellas mujeres que pretenden quedarse embarazadas debe ser previa. Durante el mismo se controlará el estado bucodental de la madre y se realizarán limpiezas en caso de ser necesarias.

Factores intrínsecos como: cambios hormonales, ingesta continua de alimentos, vómitos, reflujo del ácido del estómago… pueden influír en la salud bucodental de la madre produciendo, entre otros, inflamación de encías (gingivitis), épulis del embarazo y desmineralización del dientes.

 

  • ODONTOLOGÍA PARA EL BEBÉ

Las sociedades científicas de odontopediatría recomiendan una primera visita al odontopediatra en esta etapa, alrededor del primer año de vida. El niño vendrá sin patología y el odontopediatra explicará todas las recomendaciones a cerca de lactancia materna, chupete, biberón, succión digital, higiene oral, alimentación y hábitos en general; será una visita sencilla y la exploración del bebé breve e indolora, dando comienzo a una relación positiva del pequeño/a hacia la odontología.

La caries de la primera infancia (severa o no), es una entidad muy agresiva y que necesita tratamiento, que podemos evitar si se conocen las medidas oportunas de prevención. Algunas consideraciones de relevancia en este periodo son las siguientes:

-Caries activas en padres y/o cuidadores es un factor de riesgo para el bebé.

-Transmisión temprana de bacterias cariogénicas (dar besos en la boca, limpiar el chupete con nuestra saliva, probar la comida con la misma cuchara, etc.) es un factor de riesgo para el bebé.

-Fomentar la lactancia materna protege de maloclusiones (formas incorrectas en la mordida) futuras y de otras enfermedades.

-Minimizar hábitos de succión no nutritiva (chupete, dedo, etc.) y retirarlos como límite alrededor de los 2 años.

-Habituar al bebé manipulando con masajes y juegos la zona oral y perioral desde el nacimiento.

-Cepillar 2 veces al día (mañana y noche) desde la erupción del primer diente con pasta fluorada en cantidad y concentración acorde a la edad y riesgo de caries.

-Evitar el consumo de azúcares principalmente los procesados y principalmente entre horas.

-Fomentar una alimentación dura, seca y fibrosa.

-Evitar dar “chuches o dulces procesados” al menos hasta los 2 años de edad y desde ahí todo lo que sea posible.

 

  • ODONTOLOGÍA INFANTIL

Los niños, por estar en un continuo desarrollo psicológico y físico, presentan en muchas ocasiones problemas hacia situaciones desconocidas y, más aún, cuando ello implica el contacto directo con la cavidad oral. Por ello, conocer las técnicas de manejo de conducta es vital para que la consulta se realice en una atmósfera óptima y  que el niño pueda estar relajado y colaborador.

 

  • TRAUMATISMOS DENTALES

Siempre deben ser explorados y tratados lo antes posible. Las dos situaciones más comunes son la avulsión (salida completa del diente de su posición) y la fractura, tanto en dientes de leche como en definitivos.

La situación más grave es la avulsión del diente definitivo, siendo determinante el tiempo de reacción para la supervivencia del diente a largo plazo.

DIENTE AVULSIONADO

Diente Definitivo

Si el diente está sucio, aclararlo cogiéndolo por la corona (solo agua, suero o similar), no usar detergentes ni frotar, la supervivencia de las células que se encuentran en la raíz es lo más importante en este caso. Tan pronto como sea posible reintroducir el diente en su hueco colocándolo en la posición correcta y morder un paño o similar para que el diente se mueva lo menos posible. Acudir de urgencia lo más rápido posible a un odontopediatra u odontólogo general.

Si el diente no pudiese ser reintroducido transportarlo en uno de estos líquidos por orden de preferencia:

-Leche desnatada.

-Leche no desnatada.

-Dentro de la boca (saliva).

-Suero fisiológico.

-En agua las células mueren rápidamente, aunque ante la situación de no tener ninguno de los otros líquidos disponibles, sería mejor que en medio seco.

Diente Temporal

Nunca reintroducir un diente temporal, por riesgo de dañar el definitivo.

DIENTE FRACTURADO

Definitivo y temporal

Si se encuentra el fragmento, mantenerlo hidratado en medio húmedo, a veces es posible adherir el fragmento al diente remanente en boca mejorando la estética haciendo un “collage”.

 

¿Hay que tratar los dientes de leche?

Aunque es cierto que los dientes de leche se van a caer (siempre y cuando haya toda la serie de dientes definitivos), es de vital importancia tanto su cuidado como su tratamiento. Los dientes de leche tienen una importante función en el desarrollo del niño a nivel fisiológico y social. Estos están implicados en la masticación, la fonación, el mantenimiento del espacio para permitir una buena erupción de los dientes definitivos y la estética.

¿Si mi hijo/a muerde mal se puede tratar de pequeño?

El establecimiento de la lactancia materna, una buena respiración nasal o la alimentación dura, seca y fibrosa previenen la aparición de maloclusiones (malas mordidas). Una detección precoz de una parafunción respiratoria, deglutoria o de succión no nutritiva (como chuparse el dedo) es importantísimo para un buen desarrollo del bebé y del niño. Si se establece una mala mordida en dentición temporal, en la mayoría de las ocasiones es necesario tratarla para que no empeore el problema con los años. Si los problemas ocurren en dentición mixta o definitiva, un buen diagnóstico precoz para derivarlo en tiempo y forma al ortodoncista es de vital importancia para que esos problemas no se establezcan de forma permanente. El ortodoncista utilizará la ortopedia y/o la ortodoncia dependiendo de si el problema es esquelético, dental o mixto.